Situado en la misma ladera del Monte Príncipe Pío, justo detrás de las ermitas de San Antonio de La Florida y de la Escuela de Cerámica de Madrid, en el Parque del Oeste, nos encontramos con un campo santo recoleto y poco conocido de la capital que es pura historia. Fíjense en este cuadro.
El tres de Mayo de 1888 fueron escogidos a sorteo varios detenidos que procedían de los depósitos de detenidos de Chamartín y mandados ajusticiar por los artilleros franceses del General Murat en el Monte Príncipe Pío. ¿Dónde creen que fueron a parar los cuerpos de estas 43 almas? En un primer instante, con todo el alboroto de la Guerra de la Independencia, inhumaron a los fusilados en una fosa común que abrieron en el mismo lugar de la ejecución. Pero a los pocos días, una vez que se calmó todo un poquitín, desenterraron los cuerpos de los patriotas y los llevaron unos metros más abajo al Cementerio de La Florida que había sido construido en 1798 con la intención de dedicarlo a los enterramientos de la servidumbre de la Casa Real.
Entrada al cementerio con el magnífico azulejo cerámico de Juan Manuel Sánchez Ríos basado en el cuadro de Goya. |