Plañidera. Según la RAE (quedémonos con la segunda acepción) es una mujer llamada y pagada que iba a llorar a los entierros. Nos lo cuenta en pasado, pero sepan que la figura aún existe. Con matices, eso sí.
I think I've lost my head. (Foto 1)
Antes de meternos en harina, les propongo un juego para reanimar a este moribundo lugar cibernético: adivinen dónde están las plañideras que ilustran el repor de hoy. Si son capaces de bautizarlas (al menos tres tienen nombre propio en el mundo cementeril), mejor. Entiendo la complejidad del asunto, entre otras cosas porque no van a ver fotos ilustrativas sino con cierto aire estético-artístico. Estoy perdiendo el músculo creativo después de años disparando foto documental y no me gusta ná de ná.
Letras Pródigas es una preciosa antología coral de los relatos que se escriben y comentan dentro del Taller del Bremen. Dos de ellos les ha escrito servidora.
Si quieren hacerse con un ejemplar (hemos impreso muy poquitos), pueden escribirme un email o acudir directamente a la Editorial Cazador.
Siete siglos después de que Bocaccio publicara su Decamerón , desde el Bremen han tenido la osadía y desvergüenza de presentar otros cien relatos. Tres de ellos les ha escrito servidora.
Si quieren hacerse con un ejemplar, pueden acudir las principales librerías de España, a Amazon Books o desde la web del Decamerón del siglo XXI.
Los beneficios, de cabeza para ACNUR.
Agradecida y emocionada
Humilde colaboración en Aquí Yace ...O No de Marta Sanmamed. ¡Imprescindible!